Título: El pasado quedó atrás
Autor: Anke de Vries
Editorial: Ediciones SM
Clasificación:Adolescentes/ Adultos
Género:Drama/ Romance/ Historias de la vida
Páginas:163
Sinopsis:
Mark, un muchacho holandés que acaba de terminar el bachillerato, ha pasado un año de angustias y trastornos psíquicos provocados por la muerte de la que era su novia y amiga desde la infancia. Decide cambiar de ambiente y se marcha a Francia. Allí, un contratista le ofrece la posibilidad de arreglar una casa deshabitada y solitaria. Mark acepta el ofrecimiento porque espera que la soledad le permita encontrar la paz. Pero la casa deshabitada le revelará que la huida a la soledad puede ser destructora y que el remedio contra su desesperación reside en el amor. |
Como usualmente acostumbro a iniciar con una pequeña historia relacionada con los libros que leo y de cómo llegaron a mis manos, este libro fue un pequeño hallazgo que encontré en mi casa hace unos ocho años. Fue de esas ocasiones en que tienes que hacer las limpiezas de primavera y remover todo. No es una historia muy interesante que digamos, pero apareció ahí. Un libro con un paisaje campestre, que pasaba casi inadvertido, pero que ocultaba un gran mensaje por dentro. Mensaje que retomaremos al final de esta reseña. Soy la bruja Midori y esta es mi reseña de la semana.
Como bien señala la sinopsis, Mark es un joven que ha sufrido la pérdida de alguien muy querido: Liesje, su mejor amiga desde los cinco años. Y ninguna pérdida es fácil de asumir, sobre todo si ocurre de manera trágica y repentina. Aunque la sinopsis cataloga a Liesje como novia, las veces que he leído la novela me da la sensación de que la relación que establecían ambos personajes era una amistad muy afectuosa, pero que con el paso de los años y la búsqueda de identidad, se fueron distanciando un poco del otro . Algo así como la relación de Severus Snape y Lily Evans de Harry Potter (claro que sin mortífagos ni James Potters de por medio).
La novela nos presenta una trama sencilla, pero universal: el cómo seguir adelante frente a una situación difícil, como lo es la muerte de un cercano y no perder el juicio en el intento. Sus 163 páginas narran la historia de manera equitativa: no hay una descripción extenuante ni largos diálogos, lo que facilita una lectura rápida. Todo esto bajo la voz de un narrador omnisciente, capaz de expresar los hechos y los constantes ataques de ansiedad que sufre Mark.
Volviendo a lo que es la trama, nuestro protagonista, en busca de estabilidad y escape, encuentra trabajo en un pueblo pequeño de Francia, donde es encargado de restaurar una vieja mansión abandonada. Allí conoce a Juliette. Una joven que es todo lo contrario a la tranquilidad que esperaba encontrar. Una chica que le brinda la compañía que él tanto quería renegar, quien es capaz de entregarle un poco de caos con su sobresaliente personalidad, y un rayo de luz que poco a poco ilumina su pequeño y desquebrajado mundo.
Sin embargo, a pesar de ser un trabajo sencillo, la llegada de Mark despierta el interés de todos quienes viven alrededor y el rumor sobre la llegada de la dueña de la casa crece con temor entre los habitantes. Es así como Mark y Juliette, en búsqueda de compañía, comenzarán a investigar la verdad tras el nombre de William y madame Stevenson, los anteriores dueños de la casa.
Como bien mencioné, las descripciones son concisas, pero la naturaleza y los lugares descritos transmiten esa paz que ofrece el campo, lejos de lo urbano. El diseño de personajes es sencillo, pero todos a su manera se caracterizan por llevar una carga psicológica, en especial Mark. La casa vacía y desarreglada es una metáfora acerca de cómo se sienten todos tras vivir con una interna carga dolorosa, pero también demuestra que con un poco de atención y cuidados, puede volver a ser como era antes, incluso mejor. "El pasado quedó atrás" es un libro que, a pesar de no ser una extensa con una trama más desarrollada, posee un valioso mensaje: siempre se puede volver intentar. La vida puede darte golpes duros, dejarte en el suelo y esta bien sufrir por ello, pero no hay que olvidarse que si se está con vida hay que volver a ponerse en pie.
¡Y llegó la hora de los calderos! La clasificación que le doy es de...
Como bien señala la sinopsis, Mark es un joven que ha sufrido la pérdida de alguien muy querido: Liesje, su mejor amiga desde los cinco años. Y ninguna pérdida es fácil de asumir, sobre todo si ocurre de manera trágica y repentina. Aunque la sinopsis cataloga a Liesje como novia, las veces que he leído la novela me da la sensación de que la relación que establecían ambos personajes era una amistad muy afectuosa, pero que con el paso de los años y la búsqueda de identidad, se fueron distanciando un poco del otro . Algo así como la relación de Severus Snape y Lily Evans de Harry Potter (claro que sin mortífagos ni James Potters de por medio).
La novela nos presenta una trama sencilla, pero universal: el cómo seguir adelante frente a una situación difícil, como lo es la muerte de un cercano y no perder el juicio en el intento. Sus 163 páginas narran la historia de manera equitativa: no hay una descripción extenuante ni largos diálogos, lo que facilita una lectura rápida. Todo esto bajo la voz de un narrador omnisciente, capaz de expresar los hechos y los constantes ataques de ansiedad que sufre Mark.
Volviendo a lo que es la trama, nuestro protagonista, en busca de estabilidad y escape, encuentra trabajo en un pueblo pequeño de Francia, donde es encargado de restaurar una vieja mansión abandonada. Allí conoce a Juliette. Una joven que es todo lo contrario a la tranquilidad que esperaba encontrar. Una chica que le brinda la compañía que él tanto quería renegar, quien es capaz de entregarle un poco de caos con su sobresaliente personalidad, y un rayo de luz que poco a poco ilumina su pequeño y desquebrajado mundo.
Sin embargo, a pesar de ser un trabajo sencillo, la llegada de Mark despierta el interés de todos quienes viven alrededor y el rumor sobre la llegada de la dueña de la casa crece con temor entre los habitantes. Es así como Mark y Juliette, en búsqueda de compañía, comenzarán a investigar la verdad tras el nombre de William y madame Stevenson, los anteriores dueños de la casa.
Como bien mencioné, las descripciones son concisas, pero la naturaleza y los lugares descritos transmiten esa paz que ofrece el campo, lejos de lo urbano. El diseño de personajes es sencillo, pero todos a su manera se caracterizan por llevar una carga psicológica, en especial Mark. La casa vacía y desarreglada es una metáfora acerca de cómo se sienten todos tras vivir con una interna carga dolorosa, pero también demuestra que con un poco de atención y cuidados, puede volver a ser como era antes, incluso mejor. "El pasado quedó atrás" es un libro que, a pesar de no ser una extensa con una trama más desarrollada, posee un valioso mensaje: siempre se puede volver intentar. La vida puede darte golpes duros, dejarte en el suelo y esta bien sufrir por ello, pero no hay que olvidarse que si se está con vida hay que volver a ponerse en pie.
¡Y llegó la hora de los calderos! La clasificación que le doy es de...
5/5 calderos
¡Muy recomendado!
Si bien la novela no es muy dinámica, la recomiendo por el mensaje que entrega, sobre todo a quienes buscan reflexionar sobre la vida y hacer algún giro con ella. Si ya la has leído no olvides comentarnos tus impresiones o si aún no te decides por qué libro leer, revisa nuestras reseñas. Subimos una nueva cada tres días (cof cof, aunque he tardado dos días en subir esta, cof cof) ¡Que tengan una excelente lectura!
Travesura realizada~
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