Título :Cuando Dios era un
conejo (When God was a rabbit)
Autora : Sarah Winman
Editorial : Ediciones B de bolsillo
Género : Historias de la vida
(?)
Clasificación: Apta para público desde los 16 años
Páginas : 376 pág.
Sinopsis:
Este es un
libro sobre un hermano y una hermana. Un libro sobre la infancia y el crecimiento, las
amistades y la familia, el triunfo y la tragedia, y todo lo que discurre entre ellos. Pero
sobre todo, es un libro acerca del amor en todas sus formas.
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Sé que al leer la sinopsis se preguntarán: ¿Eso es todo?
Pues es lo que vi al reverso del libro y lo que la gran mayoría sabe
previamente antes de adentrarse en la lectura de esta obra. Sin embargo, con
unas pocas palabras el libro captó mi atención, no solo por la breve
descripción, sino que el nombre tenía un algo hipnótico que me dijo "apúntalo
y léelo un día". Y ese día llegó un año después, cuando me lo gané en un
sorteo de otro blog literario.
Hago una pequeña pausa para agradecer a la Comunidad de
Literatura Juvenil de Concepción, Chile por el libro, les aconsejo dar una
vuelta por ahí y pues si son de la zona, participen en sus actividades si son
amantes de la lectura juvenil, pasarán una buena experiencia. También aprovecho
para disculpar la ausencia de publicaciones en el blog, con las brujas hemos
tenido redadas en el ministerio este año, pero ya estamos de vuelta. Soy Midori
y dicho esto ¡empecemos!
Bueno, como ya comenté, el libro me lo gané en un concurso y esperé por el casi
2 meses así que mi entusiasmo iba creciendo cada vez que pasaban los días y mi
buzón seguía vacío (solía culpar a Errol por ello), pero finalmente lo tuve en
mis manos y no lo solté. Es un libro de lectura rápida gracias a su narración
sencilla, pero con un estilo personal, un comentario de alguien que mira hacia
atrás y reflexiona sobre su vida. Eleanor Maude, pero a quien frecuentamos como
Elly.
Este está dividido en dos partes, una narrada desde la
visión de la inocencia de Elly (desde que nace hasta los 12 años aprox.) y una
faceta adulta veinte años después que sigue en búsqueda de su identidad.
En sus páginas frecuentamos personajes fundamentales para
ella, entre ellos: su hermano Joe, quien desde pequeño demostró indicios sobre
su identidad sexual y con quien formó un fuerte vínculo de hermandad que va
evolucionando año tras año; su madre y su padre quienes como cualquier padre
busca lo mejor para sus hijos, sin a veces establecer una real comunicación con
ellos; la hermana de su padre, Nancy, una actriz lesbiana que en más de un
momento les brinda consuelo y amistad; Jenny Penny, su única y mejor amiga
desde niñas, quien dentro de su pequeño mundo, encuentra una vida mejor junto a
la familia de Elly, entre otros personajes gratos y otros no tanto. Pero así es
la vida ¿no?
Una
navidad, Elly recibe de regalo por parte de su hermano: un conejo, el cual
deciden llamar Dios, casi por un juego inocente, en una búsqueda de escucha y
amor. Es así como en ciertos pasajes de su vida, cuando más lo necesitan buscan
consuelo en aquel pequeño ser llamado Dios, quien los escucha, los entiende y
hasta en ocasiones se comunica con Elly. Es así como va transcurriendo el
libro: con altos y bajos. Alegrías, decepciones, inocencia, búsqueda de
identidad, aceptación y todo esto cargado en diferentes ambientes, desde el más
sencillo hasta el más acomodado. Y eso es todo. No es una novela en la que
encuentren grandes aventuras, ni un gran drama (aunque
en ocasiones me hizo tener pausas en shock donde golpeaba al primer ser humano
que se me cruzaba en el camino), ni
grandes romances, a pesar que trata en cierta forma de amor. He aquí mi
apreciación:
El amor que trata la novela,
como bien lo menciona en la sinopsis, se trata de todas sus formas: desde el
amor filial, el amor de infancia, el primer amor y sus decepciones, el amor que
se da entre parejas homosexuales y el amor hacia la vida. Es un libro que
ofrece momentos sin grandes novedades, otros curiosos y otros al borde de la
ansiedad, aunque estos no son tantos. Por lo tanto es un libro por lo general
tranquilo, lo cual puede ser un impedimento para perder el interés, depende de
sus gustos.
~Atención: alerta de spoiler a partir de abajo, si no quieres leer puedes saltarte hasta la puntuación de los calderos~
Otro punto curioso que quiero
destacar y que casi nadie toca es el desarrollo de los personajes. En mi
opinión el libro se pone tan flojo en la segunda parte que sentí que termina
sobrando. Claro, ofrece un contraste entre la infancia y la adultez, pero incluso
desde antes de iniciar la fase adulta, considero que la actitud de los
personajes cambia bastante y no logré una conexión con ellos. La simpatía que
sentía por la inocente Elly de cuatro años cambia desde que su estilo de vida
cambia. No sentí que hubiera una evolución, simplemente se resigna a seguir
encerrada en su propia persona, pero esta vez con un empleo ocasional (aquí saldré de contexto, pero es como ver a la Stacey
Malibú con un sombrero nuevo). Joe manda todo su discurso sobre que el amor es
traicionero y que nunca más confiará en él a la basura cuando vuelve a
reencontrarse con el mismo joven que a sus 15 años lo abandonó y el resto,
salvo Jenny y otros, se estancan. Y
esto creo que es la falla más importante del libro. Esto junto al hecho de que
no existe una línea argumental objetiva.
No por esto digo que sea mal libro,
pero es un criterio importante y es que si no hay una conexión con los
personajes ¿qué sensación te transmite? Esa fue mi gran duda, sentí una
conexión con la Elly pequeña que buscaba respuestas demasiado existencialistas
para su edad, y casi nada con la joven adulta que seguía estancada en sus
propios pensamientos, que se limitaba a trabajar y ver a su familia. A ser una
adulta. Y eso fue lo que me pensar "¿es así como debe ser un adulto
socialmente? Tener un empleo y algo de comida en la mesa ¿eso es todo?"
Entonces me di cuenta que para hacerme reflexionar así, no era un libro tan
sencillo como simulaba ser. Si una historia tuvo el poder de hacerme
reflexionar y darme una nueva perspectiva acerca de la vida, entonces no fue
leído en vano.
Y ha llegado el momento de la
puntuación: